En la boca arrugada del anciano se dibuja una sonrisa mientras responde:
“Mi niño dentro de todos nosotros es como si hubiesen dos lobos luchando. Uno está enfocado en proteger su territorio, en la rabia, la crítica y el resentimiento; es miedoso y controlador. El otro está enfocado en el amor, la alegría y la paz; es travieso y esta lleno de aventura.”
“Pero abuelo exclamó el niño, con sus ojos muy abiertos de curiosidad, “¿cuál de los lobos es el que va a ganar?”
El anciano le responde: “El que tú alimentes.”
¿Qué estas alimentando en tú ser?
Solo tú decides.
“Mi niño dentro de todos nosotros es como si hubiesen dos lobos luchando. Uno está enfocado en proteger su territorio, en la rabia, la crítica y el resentimiento; es miedoso y controlador. El otro está enfocado en el amor, la alegría y la paz; es travieso y esta lleno de aventura.”
“Pero abuelo exclamó el niño, con sus ojos muy abiertos de curiosidad, “¿cuál de los lobos es el que va a ganar?”
El anciano le responde: “El que tú alimentes.”
¿Qué estas alimentando en tú ser?
Solo tú decides.
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